Una aldea llena de colores

Hoy en dia, el pequeño pueblo de Karmidanda parece un arcoiris. Las verduras, las plantas y las flores crecen poco a poco y la mayoría de las casas han sido reconstruidas. Afortunadamente, los malos recuerdos del fuerte terremoto están desvaneciendo.

 

 

 

Por el momento, nuestro socio italiano Roberto está revisando la situación del pueblo. Nos envió estas imágenes maravillosas de la aldea y la escuela terminada.

 

 

 

 

 

 

El edificio parece un poco hostil, pero una de las tareas de nuestros próximos voluntarios será pintar la paredes y decorar  las clases conjuntamente con los niños.

 

 

 

Finalmente la escula puede empezar!